| Investigan 
              a obras sociales por un crédito del Banco Mundial
 El fiscal Stornelli pidió al juez indagar 
              a más de 120 sindicalistas, ex funcionarios y empresarios 
              de la salud porque sostiene que habrían desviado fondos a 
              ciertas empresas.
 De acuerdo a una nota de investigación 
              realizada por el periodista Daniel Santero y que publicó 
              en enero el diario Clarín, el fiscal Carlos Stornelli solicitó 
              al juez federal Norberto Oyarbide "la indagatoria por fraude 
              al Estado de varios popes sindicales, ex funcionarios del menemismo 
              y de la Alianza y decenas de empresarios de la salud por el desvío 
              de parte de un crédito de 285 millones de dólares 
              del Banco Mundial para la reconversión de las obras sociales 
              en los noventa". "En una denuncia de más de 400 páginas a la que 
              tuvo acceso Clarín en exclusiva en fuentes judiciales, Stornelli 
              afirmó que miles de dólares que debían destinarse 
              a mejorar el sistema de salud de los trabajadores terminaron en 
              los bolsillos de los sindicalistas y sus socios con la "connivencia" 
              de funcionarios que debían controlar ese préstamo 
              internacional".
 "La solicitud de indagatoria como sospechosos del fiscal abarca 
              a más de 120 sindicalistas, ex funcionarios y empresarios 
              de la salud. Entre los señalados por Stornelli figuran Armando 
              Cavalieri (mercantiles), Juan José Zanola (bancarios), Antonio 
              Cassia (petroleros), Gerardo Martínez (constructores) y Gerónimo 
              Venegas (trabajadores rurales), entre otros (ver Los imputados...). 
              El juez Oyarbide decidirá si acepta el pedido luego de que 
              termine la feria judicial de enero".
 "Para el fiscal, parte de esa plata entregada entre marzo de 
              1996 y julio del 2000 a determinadas obras sociales _la mayoría 
              eran de los sindicalistas más afines al menemismo_ se usó 
              para pagar deudas que no existían a la fecha de la firma 
              del préstamo o pagar cursos de capacitación que no 
              se hicieron a empresas creadas al efecto e integradas por conocidos 
              de los sindicalistas que incluso contrataron luego a funcionarios 
              que debían auditar el crédito".
 "En base a un peritaje del cuerpo de contadores de la Corte 
              Suprema de Justicia y de documentación allanada de los sindicatos, 
              Stornelli investigó sindicato por sindicato. La investigación 
              la inició por una denuncia del abogado Ricardo Monner Sans, 
              quien recibió un anónimo que describía cómo 
              el empresario de la salud Gustavo Aondi hizo en 1997 extracciones 
              millonarias de las cuentas de las obras sociales de Telefónicos 
              y de Obras Sanitarias de la sucursal Belgrano del Banco de la Nación".
 "Aondi figura como directivo de las prestadoras médicas 
              SELDOM y Equipo de Salud S.A. y según el fiscal en 1998 constituyó 
              la empresa Low Beach Argencolor junto al titular del sindicato Capital 
              de Obras Sanitarias , ex superintendente de Obras Sociales del menemismo 
              entre 1996 y 1997 y actual directivo de la estatal AySA, José 
              Luis Lingeri. Este negó formar parte de esa empresa, dedicada 
              a buscar fondos para pilotos de Turismo Carretera (ver "La 
              denuncia...")".
 "Sin embargo, la obra social de Lingeri _quien no era su presidente 
              en esa época sino su compañero Roberto Polanco_ recibió 
              más de 3 millones de dólares del crédito del 
              Banco Mundial que estaba destinado a pagar deudas, comprar equipamiento, 
              reducir personal y capacitar directivos según un decreto 
              del ex presidente Carlos Menem de 1996".
 "Parte de ese dinero se usó para pagar a la empresa 
              Seldom, que también integraba Aondi, y con facturas que "no 
              aparecen conformadas, auditadas", afirma el fiscal Stornelli 
              en su detallada denuncia. Además, los 500 mil dólares 
              para "desarrollo institucional" los cobró una abogada 
              que, por un lado, firma certificaciones de deudas de la obra social 
              y, por otro lado, "era la representante legal de AV & Asociados", 
              la encargada de dar cursos de capacitación que aún 
              hoy no se sabe cuánto costaron".
 "Más adelante, Stornelli contó el caso de la 
              obra social Ostel, de los telefónicos, luego de que Menem 
              privatizara ENTel, que recibió casi 6.500.000 dólares".
 En el peritaje surgió que Equipos de Salud facturaba el 10% 
              de los servicios de esa obra social en 1996 antes del crédito. 
              En 1997, el año de los pagos, aparece fac turando de pronto 
              "el 50%" de los servicios y en el 98, cuando se agotó 
              ese recurso, no facturó ni un peso. Todo con el aval de los 
              funcionarios que dirigían el Programa de Reconversión 
              de Obras Sociales (PROS), que aprobaron el tercer tramo de ese crédito 
              pese a que "no habían cumplido" los dos primeros. 
              Además, "muchos de los funcionarios (que debían 
              auditar los préstamos) _dijo el fiscal_ tenían vinculación, 
              formaban parte o aparecen como contratados por otras obras sociales".
 
 Los investigados
 
 "El fiscal Carlos Stornelli solicitó al juez Norberto 
              Oyarbibe la semana pasada la indagatoria de los sindicalistas Armando 
              Cavalieri (mercantiles), Gerardo Martínez (construcción), 
              Vicente Mastrocola (plásticos), Gerónimo Venegas (rurales), 
              Antonio Cassia (petroleros), Ramón Valle (seguros), Juan 
              José Zanola (bancarios), la cúpula de la obra social 
              de Obras Sanitarias que en ese momento no integraba Lingeri, Diógenes 
              Salazar (telefónicos) y Jorge Horacio Menem (obra social 
              de Encotesa). Ex funcionarios: Lelio Mármora (el mismo nombre 
              que el actual titular del INDEC), Jaime Saiegh, Luis Ceriani, Saúl 
              Rossi, Jorge Becerra, Walter Hondarre y Gerardo Casarello, entre 
              otros.
 "Mezclar la obra social de mi sindicato con mi pasión 
              con el automovilismo es una ensalada", dijo a Clarín 
              José Luis Lingeri, titular del Sindicato de Obras Sanitarias 
              de la Capital y número dos de la CGT. Negó haber integrado 
              Low Beach Argencolor, junto al empresario de salud Gustavo Aondi. 
              "Mi obra social salió bien del peritaje; si subsisten 
              los problemas responderá como corresponde el titular de ese 
              momento, Roberto Polanco." También aseguró que 
              Aondi "no trabajó" en Obras Sanitarias sino en 
              el sanatorio Norte de Telefónicos".
 
 Millonaria recaudación
 
 En otro informe especial publicado en enero por el diario Clarín, 
              esta vez del periodista Ismael Bermúdez, se puntualizó 
              que "las 289 obras sociales nacionales sin el Pami, recaudaron 
              el año pasado casi 7.000 millones de pesos. Y cubrieron la 
              atención médica de 12 millones de trabajadores en 
              relación de dependencia, monotributistas, personal doméstico 
              y sus familias".
 "El sistema se financia con un porcentaje de los sueldos a 
              cargo del empleador y del empleado. Y de una suma fija, en el caso 
              de los monotributistas y personal doméstico".
 "El sistema está muy concentrado: las 10 primeras obras 
              sociales recaudan el 50% del total. Encabezan el ranking Empleados 
              de Comercio y Osde".
 "Una parte de la recaudación va al Fondo de Redistribución, 
              que se encarga de abonar los tratamientos de alta complejidad y 
              de garantizar un ingreso mínimo por afiliado y familia, según 
              la composición y edades del grupo familiar".
 "En 1997, y como parte del plan de reformas impulsado por el 
              Banco Mundial, se introdujo la posibilidad de cambiar de obra social. 
              El argumento fue que los traspasos introducirían "competencia" 
              en un sistema donde el trabajador y su familia estaban obligados 
              a quedarse en la obra social de la actividad que ejercía. 
              Y ayudaría a depurar al sistema de las obras sociales chicas 
              e ineficientes".
 "Desde entonces hubo más de 1,5 millón de traspasos, 
              en especial hacia obras sociales chicas que cerraron acuerdos con 
              empresas prepagas. El sistema es fiscalizado por la Superintendencia 
              de Servicios de Salud".
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