| Desconcierto 
              por los pagos de las mejoras arancelariasAlgunas obras sociales se niegan a reconocer 
              el aumento dispuesto desde enero por la Superintendencia de Servicios 
              de Salud. El Pami no cumplió con lo prometido. Incertidumbre 
              en las prepagas y pedido de nuevas negociaciones con el Ioma.
 En materia de aplicación de las mejoras 
              arancelarias acordadas a fines de diciembre pasado entre los distintos 
              financiadotes, el gobierno nacional y el sector bioquímico, 
              2007 comenzó de manera caótica y con una sensación 
              generalizada de desconcierto, todo lo cual profundiza la crisis 
              de la mayor parte de los prestadores de salud y golpea más 
              aún al desvencijado sistema sanitario de la solidaridad social.Con respecto a las obras sociales sindicales, hay que recordar que 
              la Superintendencia de Servicios de Salud había aprobado 
              en diciembre la Resolución 844, disponiendo que debían 
              reconocer un incremento arancelario del veinte por ciento a partir 
              de enero, lo que se ha cumplido de manera completamente dispar.
 Concretamente, algunas obras sociales no han cumplido con esa disposición 
              oficial señalando que no cuentan con los presupuestos necesarios, 
              mientras que otras directamente reconocen la directiva de la Superintendencia 
              aduciendo que no fueron consultadas para adoptarse la resolución.
 Así las cosas, la Federación Bioquímica dispuso 
              remitir a las obras sociales las facturaciones correspondientes 
              a enero con la suba arancelaria dispuesta a nivel oficial y denunciará 
              formalmente cualquier incumplimiento en los pagos respectivos.
 
 PAMI no cumple
 
 Por su parte, el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados 
              y Pensionados, que depende en línea directa del gobierno 
              nacional por estar intervenido, no ha cumplido con lo prometido 
              en diciembre pasado en el sentido de reconocer a partir de enero 
              una mejora de aranceles profesionales del orden del veinte por ciento.
 El incumplimiento de la palabra empeñada por el Pami es doblemente 
              grave porque fue comprometido el mejoramiento de aranceles en función 
              de la suba salarial de los empleados de laboratorio a la que los 
              bioquímicos debemos hacer frente.
 Mientras se muestra en distintos actos junto al Vicepresidente de 
              la Nación y candidato a gobernador bonaerense, Daniel Scioli, 
              la interventora del Pami, Graciela Ocaña, pareciera estar 
              más preocupada en su probable postulación a la Vicegobernación 
              de nuestra provincia que en solucionar los gravísimos problemas 
              de accesibilidad que tienen los beneficiarios de esa obra social 
              .
 
 Negociaciones con IOMA
 
 En tanto, la Federación Bioquímica está intentando 
              iniciar en febrero negociaciones con el Instituto de Obra Médico 
              Asistencial, con el objeto de revisar la mejora arancelaria del 
              doce por ciento que el Ioma dispuso en diciembre último.
 Si bien es cierto que se había acordado revisar el tema arancelario 
              en marzo o abril de este año, el tener que hacer frente a 
              la suba salarial de los empleados de los laboratorios tornan imperioso 
              volver a discutir los valores capitarios lo antes posible.
 
 Incertidumbre con las prepagas
 
 El cuadro de situación se completa con la difícil 
              y caótica situación que se ha generado en torno a 
              las empresas privadas de medicina prepaga que habían anunciado 
              incremento en las cuotas que pagan sus afiliados a partir de enero 
              y que finalmente el gobierno nacional no autorizó, aunque, 
              al cierre de la presente edición de FABA Informa, versiones 
              periodísticas consignaban que ya se había dado el 
              visto bueno para que el aumento se aplique desde febrero.
 En mérito a esa situación, la mejora arancelaria del 
              veinte por ciento que el sector había acordado instrumentar 
              desde enero lejos estuvo de cumplirse, o mejor dicho, se cumplió 
              con marcada disparidad, marco en el cual debe citarse el caso de 
              la empresa Swiss Medical que reconoció un incremento del 
              diez por ciento.
 También generó incertidumbre la decisión de 
              Osde de informar a sus beneficiarios que suspendía "preventivamente" 
              los aumentos de las cuotas.
 Las mencionadas versiones periodísticas de fin de enero indicaban 
              que las empresas de medicina prepaga ya comenzaron comunicar a sus 
              afiliados los nuevos planes de prestaciones que "comenzarán 
              a regir enfebrero, a cambio de aumentos del 22 por ciento en la 
              cuota, y también propondrán otros más acotados 
              que incluirán un ajuste de sólo el 2 por ciento, pero 
              en los cuales deberán afrontarse "copagos" por 
              consultas, estudios de laboratorio y otros".
 Los planes incluirán beneficios adicionales como descuentos 
              en comercios y gimnasios, y extensión de la cobertura familiar 
              trasla muerte del titular, entre otros.
 Según la misma versión, "esa es la intención 
              de empresas como Swiss Medical (400 mil afiliados), Omint (300 mil), 
              Medicus (300 mil) y Galeno, que dijeron tener aprobados sus nuevos 
              planes, las dos primeras por la Superintendencia de Servicios de 
              Salud, y las restantes por la Secretaría de Comercio Interior".
 "En cambio, Osde, la obra social más grande ya que brinda 
              servicios a 1.100.000 personas, debe aún presentar al gobierno 
              un plan alternativo para febrero, ya que decidió dar marcha 
              atrás con el ajuste del 18 por ciento anunciado para enero", 
              se agregó.
 No obstante, el superintendente de Servicios de Salud, Héctor 
              Capaccioli, dijo el 30 de enero que sólo se autorizó 
              un aumento para la medicina prepaga del 2 por ciento en la cuota 
              a partir de enero y se aprobó la generalización del 
              sistema de "copago".
 Es que la estrategia oficial busca que la mayoría de las 
              prepagas generalice el sistema de copagos, para que el aumento de 
              precio impacte lo menos posible sobre el costo de vida. Pero el 
              problema es que la mayoría de los asociados de prepagas prefiere 
              afrontar el aumento general y no tener "copagos", para 
              evitar la incertidumbre de desconocer cuánto dinero deberán 
              pagar en el mes para cuidar su salud.
 Según el gobierno, afrontar los copagos representaría 
              un aumento de un 10 por ciento para una familia tipo en condiciones 
              "normales" de uso del sistema de salud. Pero la atención 
              sanitaria responde a una lógica particular y, según 
              especialistas, es poco probable que alguien quiera arriesgarse a 
              condicionar el costo de su salud a la "estadística oficial".
 Capaccioli recordó que durante enero las empresas presentaron 
              planes de bienestar integral, que incluyen servicios como seguros 
              de sepelio, turismo y descuentos en gimnasios.
 El funcionario dijo que "como estos planes son nuevos no se 
              pueden comparar con los ya existentes. Van a salir a la comercialización 
              durante febrero y su aceptación quedará al libre albedrío 
              de los usuarios. Estos planes tienen otros beneficios y otro precio".
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