Se trata de un análisis de sangre, que junto con técnicas avanzadas de secuenciación genética unicelular, podría detectar marcadores tempranos de Síndrome mielodisplásico (SMD) e incluso evaluar el riesgo de una persona de progresar a cáncer de sangre.
El síndrome mielodisplásico (SMD) es una afección típicamente asociada con el envejecimiento, en la que las células madre sanguíneas no logran convertirse en células sanguíneas completamente funcionales. Un diagnóstico temprano y preciso es vital, ya que el SMD puede causar anemia grave y potencialmente progresar a leucemia mieloide aguda, uno de los cánceres de sangre más frecuentes en adultos. Tradicionalmente, el diagnóstico del SMD implicaba la toma de muestras de médula ósea, un procedimiento invasivo que requiere anestesia local y puede causar molestias o dolor. Ahora, una nueva prueba de sangre, destinada a identificar el riesgo de una persona de desarrollar leucemia, podría servir como una alternativa no invasiva a las biopsias de médula ósea.
Científicos del Instituto de Ciencias Weizmann (Rehovot, Israel) han estado realizando extensas investigaciones sobre la biología de la sangre para comprender mejor el proceso de envejecimiento y por qué la susceptibilidad a ciertas enfermedades aumenta con la edad. Su equipo multidisciplinario, compuesto por médicos, biólogos y científicos de datos, ha estado monitoreando cómo las células madre formadoras de sangre evolucionan con el tiempo, incluida la aparición de mutaciones genéticas en aproximadamente un tercio de las personas mayores de 40 años. Estas mutaciones no solo aumentan el riesgo de desarrollar cánceres de la sangre como la leucemia, sino que también se asocian con otras enfermedades relacionadas con la edad, como las enfermedades cardíacas y la diabetes. En un estudio reciente sobre SMD, publicado en Nature Medicine, el equipo descubrió que las células madre sanguíneas raras, que ocasionalmente abandonan la médula ósea y entran en el torrente sanguíneo, son portadoras de indicadores de diagnóstico cruciales de SMD.
Su trabajo reveló que un simple análisis de sangre, junto con técnicas avanzadas de secuenciación genética unicelular, podría detectar marcadores tempranos de SMD e incluso evaluar el riesgo de una persona de progresar a cáncer de sangre. Otro hallazgo notable fue que estas células madre circulantes pueden actuar como relojes biológicos para el envejecimiento cronológico. En los hombres, los cambios en estas células aparecen antes que en las mujeres, lo que se correlaciona con un mayor riesgo de cáncer y podría explicar la mayor incidencia de cánceres de sangre en los hombres. Los investigadores creen que este análisis de sangre tiene un potencial que va mucho más allá del diagnóstico de SMD y leucemia; podría eventualmente adaptarse para identificar una amplia gama de afecciones relacionadas con la sangre. Estos hallazgos se están validando actualmente en un gran ensayo clínico internacional realizado en múltiples centros médicos.