Salud
Nuevas medidas
para la hipertensión arterial

Recomiendan considerar como normales a valores de la presión arterial más bajos. Los nuevos parámetros serían 120 mm de Hg para la máxima y 80 para la mínima. Uno de cada cuatro adultos tienen presión elevada y sólo un tercio de ellos tiene la enfermedad bajo control.

Por Ana María Pertierra
para Faba-Informa

Una reciente comunicación publicada por el Programa de Educación Nacional de Hipertensión Arterial, del Instituto Nacional del Corazón, el Pulmón y la Sangre, de los Estados Unidos, en la edición on line del journal de la Asociación Médica Americana, advirtió a los médicos que consideren los valores de corte de hipertensión más bajos que los que se venían utilizando hasta el momento. Los especialistas recomiendan tomar como límites a niveles entre 80 y 90 mm de Hg para la presión mínima (diastólica) y de 120 a 139 para la máxima (sistólica)y tratar la afección en forma más agresiva, frecuentemente con más de un medicamento.
Las nuevas guías del instituto se basan en estudios que demuestran que el daño arterial y el incremento del riesgo de enfermedad cardiovascular pueden comenzar incluso antes de registrarse los niveles de presión arterial que hasta ahora eran considerados normales (140/90 mm de Hg)
Mientras estos nuevos parámetros se daban a conocer, en el X Congreso Argentino de Hipertensión Arterial, que se desarrolló entre los días 8 y 11 de mayo último en el Teatro Argentino de la ciudad de La Plata, se proponían nuevos tratamientos.
Entre ellos, se presentaron la terapia génica y las nuevas drogas donantes de óxido nítrico, llamadas bifuncionales.
Si bien estos fármacos todavía requieren de estudios clínicos que los avalen -señaló Roberto Miatello, profesor de Fisiología de la Universidad de Cuyo- pueden tener un futuro promisorio.
Estos medicamentos bifuncionales son moléculas, que además de poseer una acción terapéutica determinada como, por ejemplo, antiinflamatorios no esteroideos, liberan óxido nítrico sin alterar por ello su actividad específica. De ese modo la estructura química opera combinando una doble acción.
?Las nitroaspirinas parecen ser una alternativa bastante interesante?, opinó Miatello.
El óxido nítrico desempeña un papel crucial en la regulación de la presión arterial. Es un gas de vida media muy breve por lo que no es aplicable en forma directa, a excepción de los casos de hipertensión pulmonar, sobretodo en niños, por inhalación.
Las drogas donantes de NO utilizadas para el tratamiento de la hipertensión, desde hace décadas, como los nitroprusiatos liberan el radical mediante reacciones redox.
Un grupo de drogas más nuevas llamado NONOatos tiene la particularidad de generar uno, dos o tres moléculas de NO de acuerdo a su conformación.

Función endotelial y óxido nítrico

Ya hace más de 130 años, cuando Alfred Nobel utilizaba la nitroglicerina para construir dinamita, que se apreciaban los efectos benéficos de aquel explosivo líquido diluido en el tratamiento de afecciones cardíacas.
Este conocimiento empírico quedó aclarado con los estudios que a Furchgott, Ignarro y Murad le valieran el premio Nobel en el año 1998. Los científicos demostraron que el radical NO, gas de vida media muy corta, se liberaba de las células del endotelio y actuaba como mediador en la relajación de la musculatura lisa de los vasos sanguíneos, activando a la enzima guanil ciclasa que convierte el GTP en GMP cíclico.
Considerada la hipertensión arterial como una enfermedad multigénica y multifactorial , en la mayoría de los casos de causa desconocida, en los últimos años se le ha demostrado una relación directa con la disfunción del endotelio.
Muchos autores coinciden en destacar que la disfunción endotelial es un estado de insuficiencia de óxido nítrico ya sea por déficit de síntesis, alteración de su biodisponibilidad o aumento de la inactivación.
En la medida en que se conozca más sobre los efectos que ejerce el óxido nítrico sobre el endotelio se podrán valorar los beneficios de utilizar drogas donantes.

Cuestión de genes

Por su parte, la doctora Irene Ennis, de la cátedra de Fisiología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata, destacó el éxito logrado en animales de experimentación, como las ratas hipertensas, a las que se les aplicó terapia génica mediante vectores virales obteniendo disminución de los valores de presión arterial duraderos.
Sin embargo, esta técnica todavía ofrece dificultades para llevarla a la práctica clínica porque presenta el riesgo de la incorporación de material genético del huésped al genoma humano.
Otra alternativa fue la inyección de oligonucleótidos antisentido dirigidos contra receptores adrenérgicos, que aunque más inocua debió ser reiterada para obtener los mismos resultados.
Estos tratamientos, que por ahora están circunscriptos a los ámbitos de la experimentación, demuestran potencialidades futuras.
Más allá de las novedades terapéuticas, a la hora de prevenir, los especialistas aconsejan perder peso, realizar cambios dietarios que incluyan mayor consumo de frutas y verduras y menor contenido de grasas, actividad física (30 minutos diarios) la mayoría de los días de la semana y consumir menos sal.