Actualidad Científica
Se implantó en Francia el primer páncreas artificial

La intervención se llevó a cabo en un centro hospitalario universitario y es la primera de su tipo en el mundo. El dispositivo consiste en una bomba de insulina y un detector de los niveles de azúcar en sangre

El Centro Hospitalario Universitario (CHU) de Montpellier, al sur de Francia, anunció la implantación, por primera vez en el mundo, de un ?prototipo de páncreas artificial?.

En un comunicado, el CHU de Montpellier informó que el implante, realizado el pasado 24 de octubre, constituye ?una etapa crucial en la progresión? del proyecto de crear un páncreas artificial.
La operación fue realizada por los doctores Eric Renard y Jacques Bringer.

El dispositivo, formado por una pompa abastecedora de insulina y un detector de glucosa sanguíneo, fue puesto a punto por el CHU de Montpellier en colaboración con el Medical Research Grupo (MRG), filial de la sociedad californiana Minimed.

El proyecto franco-estadounidense prevé la implantación de un prototipo de páncreas artificial en medio centenar de pacientes, diez de ellos en Montpellier y el resto en Estados Unidos, informó el CHU de la ciudad francesa.

El paciente que recibió el primer implante sufría una forma de diabetes denominada ?tipo 1?, o insulino-dependiente, que requería inyecciones de insulina para regular el nivel de azúcar en sangre.

Esta primera operación, destinada a tratar en el futuro los casos más graves de diabetes, permitirá confirmar si el detector del nivel de azúcar en sangre es capaz de funcionar durante dos años, como prevén los responsables del proyecto.

Transplante de nervios
Médicos locales realizarán en diciembre una intervención quirúrgica sin precedentes en la historia médica para tratar de ayudar a un niño mexicano de ocho meses de nacido a recuperar el uso de su brazo izquierdo por medio de un transplante de nervios extraídos de las piernas de su madre.

La operación será la primera en que se utilizarán nervios de un donante vivo, dijo en rueda de prensa el doctor Scott Gruber, jefe de la unidad de trasplantes del Hospital Infantil Memorial Hermann.

Unos siete trasplantes de este tipo se han realizado ya en los Estados Unidos, dijo Gruber, pero en todos los casos los nervios fueron extraídos de cadáveres.
?Será también la primera vez que la operación se practica en un niño tan pequeño?, dijo ayer Gruber.
?El niño más pequeño que se había operado previamente tenía tres años de edad?.

Los nervios del hombro izquierdo de Rodrigo Cervantes Corona quedaron desgarrados durante el parto, lo cual ha afectado su movimiento y sus sensaciones.

?Este tipo de lesión ocurre en uno o dos de cada mil nacimientos?, dijo Gruber. ?En la mayoría de los casos, los nervios quedan sólo magullados, no desgarrados?.

Rodrigo es natural de Morelia, México, una localidad ubicada a unos 305 kilómetros al noroeste de la capital mexicana.

Durante la operación, los cirujanos harán una incisión en el lado derecho del niño e injertarán en ese lado los nervios de su madre, que luego extenderán hacia el lado izquierdo.

?Los nervios sanos del lado derecho del niño crecerán luego lentamente a través de los nervios de su madre hacia el lado izquierdo?, dijo Gruber.

Agregó que los nervios injertados no ejercerán función alguna salvo la de servir de guía a los del niño para que crezcan en la dirección correcta.

Los cirujanos no operarán el hombro izquierdo del bebé, donde una operación previa realizada en México restableció parte de las sensaciones y del movimiento del brazo izquierdo del paciente.

?Espero que todo salga bien?, dijo en rueda de prensa la madre del paciente, Patricia Corona Móntez, de 24 años. ?Esperamos que pueda recobrar el uso de su brazo (izquierdo), sentarse y recoger cosas con la mano?.

A principios de noviembre los médicos extrajeron alrededor de un metro de nervios de las pantorrillas de la madre, que perdió con ello la sensibilidad en una pequeña zona del dorso de los pies. ?La operación dolió un poco, pero eso no importa?, declaró la madre.

El niño podrá regresar a su casa a los dos días de la operación y deberá tomar medicinas contra el rechazo de tejidos extraños durante los próximos nueve a doce meses. Los médicos evaluarán entonces el resultado de la operación.